Procrastinación en el día a día

Muchas personas experimentan la inquietud sobre la avalancha de trabajos o actividades pendientes a realizar a lo largo de su día, semana o mes, por planes a futuro, metas propuestas, entre otros. El sentimiento de incomodidad, estrés y pereza que se experimentan al momento querer realizar alguna actividad en específico dan espacio a la procrastinación; un estado en el cual se realiza la postergación de una acción o habito que debe atenderse, sustituyéndolo por algún otro evento menos relevante pero normalmente más agradable.

La procrastinación busca sobrellevar aquellos sentimientos de inquietud que estas actividades puedan evocar, intercambiándolos por la tranquilidad que otras puedan transmitir. La procrastinación no es cuestión de holgazanería, sino sobre el manejo de las emociones y del tiempo disponible, todo esto puede afectar de manera positiva o negativa al proceso, lo cual ocasione una serie de resultados favorables o tal vez no tanto.

Para evitar la procrastinación en nuestro día a día es importante seguir algunos puntos como el orden y la responsabilidad, pero más allá de eso, también debemos ser conscientes de la necesidad de compromiso y esfuerzo que se debe tener con este proceso. Algunas recomendaciones personales que han sido de mucha ayuda cuando se experimenta la procrastinación; La organización de tiempo, que es la estrategia más efectiva pero que necesita de dedicación, puesto que el dejar de lado actividades reconfortantes por otras que puedan causar emociones no favorables; Plantear objetivos de resolución favorece, el que todas aquellas tareas que se necesite realizar sean catalogadas por un orden de importancia y sobre todo de resolución ¿qué necesito primero? ¿qué me ayudará a motivarme? ¿es aquello tan urgente de realizar?

Las emociones al formar parte importante del proceso cuentan con una clara importancia de ser identificadas para indagar en las razones que pueden llevar a la procrastinación.

Es importante reconocer que la procrastinación es fruto del sobre esfuerzo llevado a cabo durante un largo tiempo, en el que se pierde el hilo del trabajo continúo dando paso a emociones que por el ocupe de la mente no pudieron manifestarse, esto no significa que sea una buena idea dar rienda suelta a que se apodere enteramente de nosotros, sino a saber controlar nuestros tiempos para sobrellevar las emociones.

Coordinación de carrera, Lenguas Extranjeras.

Lic. Juan Luis Gómez Zavala y

Ana Lorena del Ángel Silva.

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