Hacer o no hacer una licenciatura en ciencias de la salud, esa es la cuestión

A raíz de la Pandemia que se generó en el 2019 por el virus SARS COV-2, la humanidad empezó a considerar el significado de una carrera en ciencias de la salud, debido al desconocimiento de las medidas de cuidado, puesto que tuvieron que resguardarse en sus hogares, rompiendo los roles sociales y provocando temor dentro del mismo. La falta de recursos económicos, médicos y científicos devastaron en gran parte al sistema de salud exponiendo las necesidades de la sociedad.

El problema no es saber si hacer o no hacer una carrera en ciencias de la salud, sino que muchos en algún momento de nuestra formación académica no teníamos ni la mínima idea de qué era estudiar una carrera tan compleja y humana a la vez; desde niños dentro del aprendizaje social, se nos presenta que en la vida adulta hay una gama amplia de trabajos y que algunos de ellos requieren preparación técnica y formación universitaria. Hay oficios y profesiones, que sin importar el grado académico son valiosos, mereciendo nuestra admiración y respeto por su contribución a la construcción social. Conforme uno avanza en la educación básica, la orientación vocacional es un cimiento fundamental para la selección de una profesión en ciencias de la salud y el diseño de un plan de vida, se toman en cuenta gustos, afinidades, habilidades, actitudes y aptitudes. Además, que, en la actualidad, se agregan aspectos como las competencias y potenciales para la elección de un oficio o profesión en las carreras de ciencias de la salud. En muchos de los casos pensamos que la meta es graduarnos de una licenciatura en cualquiera de las áreas del conocimiento y que esa es la meta, que el tesoro al final del arcoíris es llenarse de orgullo propio y también a la familia.

Cumplir con uno de los objetivos del prototipo ideal de un plan de vida: que ese título universitario sea más un papel enmarcado en la pared, título que no todos pueden obtener, ya sea por problemas sociales, económicos, personales, de salud o, simplemente, no estaba dentro de ese plan de vida. De esta manera se piensa que es una llave que abre las puertas a un buen trabajo, al aspecto social, a ser una mejor persona y a una mejor calidad de vida, éste mismo pareciera ser que es el final del cuento, dónde termina la etapa escolar y empieza la vida laboral, pero desafortunadamente no es el culmen de la historia, es solamente el punto y a parte de un capítulo de la formación académica.

La sociedad y la competencia laboral en campo de las ciencias de la salud ha evolucionado de tal forma que antes sin haber terminado tus estudios profesionales, ya podías tener un trabajo solvente y tranquilo, ahora terminando una de una carrera universitaria, empieza la verdadera competencia: ver quien está mejor preparado; ya no basta con ser egresado de una excelente universidad o tener un promedio impecable, pues se requiere demostrar quién es el más competente, mejor preparado, más resolutivo y menos conflictivo. Entre más y mejores competencias tengas, vas a ser más elegible para un trabajo y es en ese momento es cuanto se requiere ser más competitivo.

Tener las habilidades y capacidades en el área de las ciencias de la salud, dependerá de los cursos, diplomados, congresos y especialización de la labor social, lo político o él activismo se convierten en una opción para obtener más herramientas para aumentar la competitividad: la actualización que conlleva la globalización.

 

Décadas atrás, los estudios de licenciatura estaban únicamente reservados a los intelectuales e investigadores más brillantes y sobresalientes en sus ramas de conocimiento, quienes en muchos casos dejaban de lado su desarrollo laboral, social o familiar para atomizar las ciencias y generar más y mejor conocimiento, y no es todos los casos el factor económico era favorable, ya que para poder sostener esos estudios se requería de un auspicio o apoyo becario. Afortunadamente, en la actualidad las innovaciones y la tecnología, así como el trabajo multidisciplinario y las políticas de calidad y mejora continua, en todos los aspectos laborales, han diversificado, facilitado y ampliado la oferta para hacer y obtener estudios en el campo de la salud. La educación virtual y a distancia, la internet, modelos ejecutivos e intensivos, así como los créditos y facilidades de pago y de horario, han hecho asequible la oportunidad de acercarnos a dichos estudios. Las áreas de administración, enseñanza, ética, ambiental, calidad, estandarización, globalización, peritaje, normatividad, pedagogía, capacitación, servicio exterior, seguridad, redes sociales, estética, sustentabilidad, responsabilidad, preservación, desarrollo humano, inclusión y derechos humanos son las más necesarias, pertinentes y solicitadas para el actual desarrollo laboral.

Por ello, es importante desde que empiezan los estudios universitarios hacer modificaciones y proyectos flexibles al plan de vida, orientarse y buscar alternativas de estudios, conocer las experiencias de nuestros profesores y de otros profesionales sobre cuál fue su experiencia en su campo formativo o cuál fue el motivo por el que no realizaron algún proyecto, para así tomar decisiones y ampliar el abanico de opciones.

Hay que notificar que una vez que se decide continuar por el área de las ciencias de la salud, se debe entender que entre más y mayor conocimiento se obtiene, más responsabilidades se adquieren, las cuales nos obligan a aplicar, compartir y facilitar el conocimiento adquirido a nuestros semejantes y subordinados, a clientes y pacientes, a proyectos y productos, a la familia y a la sociedad, a comunidades y colectivos, a medios y entornos.

El costo de la realización de una carrera en ciencias de la salud no tiene una remuneración económica especial, obligándonos a sacrificar muchas ocasiones de esparcimiento o vida personal, pero a su vez, nos enseña a valorar lo que se tiene y a mejorar como persona, ya que, en esta ayuda de preservar la salud y mejorar la calidad de vida en la sociedad, se aprende a delegar, a dar tiempo de calidad y a humanizar; se tiende a la mejora en toda la extensión de la palabra. Realizar una carrera en ciencias de la salud es una cuestión humanitaria, no nos debe de llenar de soberbia ni despotismo, si no de satisfacción de que una carrera así nos da la oportunidad de sumarnos al concepto de mejora continua, se nos ofertan más y mejores opciones laborales, de contribución y generación de más y mejores conocimientos en materia de investigaciones e innovaciones para generaciones posteriores.

Se debe de quedar como filosofía de vida el que nadie, en ningún momento, es un producto terminado y todos podemos ser parte de la multiplicación de conocimiento; que todos los días se aprende algo nuevo, ya sea una palabra o una habilidad de manera formal o informal en la vida.

Por: Dr. Mario Alberto Macías Polanco. 

mario.macias@soyuo.mx

Tags: 

Contáctanos

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.

Calidad UO

Contacto

Dirección: Carretera Poza Rica - Cazones km 51, La Rueda, Poza Rica, Ver., México C.P. 93306